La separación supone únicamente la suspensión de la vida conyugal. Sin embargo el divorcio implica la disolución del matrimonio.
Con la separación no podrás volver a casarte. Si quieres romper tu relación y vínculo matrimonial o volver a casarte, deberás optar por el divorcio.
Tanto para separarse como para divorciarse basta que lo solicite uno de los dos cónyuges. Pero pueden pedirlo los dos, o incluso uno con el consentimiento del otro.
Para el caso de la separación, en caso de que existan hijos menores o incapacitados, es necesario que el proceso se haga judicialmente, si bien se trata de unos trámites muy sencillos.
En el caso del divorcio, es necesario que haya transcurrido un mínimo de 3 meses desde la celebración del matrimonio, salvo que exista un riesgo para la integridad física, moral o sexual del cónyuge o los hijos, o esté en riesgo la vida de alguno de ellos.
Somos conscientes de que si te enfrentas a un divorcio o separación, estás pasando por uno de los peores momentos de tu vida. Por eso trataremos de ayudarte con la delicadeza y profesional que la sitaución merece. Tendrás un trato personal, discreto y dedicado desde el primer momento y hasta que todo el proceso haya terminado.
Además, te cobraremos en función de tus posibilidades económicas. Divorciarte y arruinarte no tienen por que ir siempre juntos. Y en ningún caso pagarás por las consultas iniciales.
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